El Año Litúrgico

 

El año litúrgico :

El año litúrgico es el nombre que recibe la organización de los diversos tiempos y solemnidades durante el año en las iglesia, como forma de celebrar la historia de la Salvación. Enmarcados en el año litúrgicos, se celebran distintos tiempos litúrgicos con los cuales se relacionan los pasajes de las Sagradas Escrituras que se proclaman en los actos de culto, las diferentes oraciones que se rezan, como así también los colores litúrgicos utilizados en la vestimenta del celebrante.

Si bien las fechas de las celebraciones varían un poco entre las diferentes iglesias, la secuencia y lógica utilizada para su planificación son en esencia las mismas. En el oriente como en el occidente, las fechas de muchas celebridades varían de año, por lo general en línea con la modificación de la fecha de la Pascua. 

 

El año litúrgico se divide en:

• Tiempo de Adviento.

Es un período aproximado de cuatro y media semanas antes de la Navidad, en que los cristianos se preparan para celebrar la venida de Jesús. Adviento significa venida o llegada. Se celebra con una mirada puesta en la triple venida de Jesús, según indicaba San Bernardo: "Jesús vino", "viene" y "vendrá". El adviento es un tiempo de alegre espera, la espera de la llegada del Señor. Por eso los cristianos escuchan en los textos y cantos palabras alusivas a la venida del Señor, en especial las profecías de Isaías. Las grandes figuras que la liturgia presenta en este período son el profeta Isaías, Juan Bautista y la Virgen María. 

• Tiempo Navidad.

Pasadas las cuatro semanas de adviento, la iglesia celebra el Tiempo de Navidad, a partir de esta solemnidad, el 25 de diciembre. Este tiempo  se extiende desde las I Vísperas de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, al atardecer el día 24, hasta las II Vísperas de la Solemnidad del Bautismo del Señor. Durante estos días, la iglesia conmemora la venida en carne de Cristo a la tierra. Este es uno de los aspectos fundamentales, porque también  es la actualización de la venida del Emmanuel, del Dios con nosotros, Dios que sigue actuante en cada uno de nosotros. Como tiempo de alegría vestiduras blancas.

• Tiempo Cuaresma.

El tiempo de cuaresma comprende de días de preparación para la Pascua de Resurrección, que aunque tradicionalmente han sido cuarenta, las reformas posteriores han hecho cambiar, actualmente empieza el Miércoles de Ceniza y termina al comenzar la Misa de la Cena del Señor en las primeras horas de la tarde del Jueves Santo, totalizando 43 días y medio. La celebración de la Pascua del Señor, constituye, sin duda, la fiesta primordial del año litúrgico. De aquí que, cuando el siglo II, la iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo, advirtió la necesidad de una preparación adecuada, por medio de la oración y del ayuno.

• Tiempo Pascua.

El tiempo de Pascua es el conmemora la Resurrección del Señor, su paso de la muerte a la vida. Comienza estrictamente con la fiesta de la Pascua de Resurrección, si bien se considera que ya el triduo pascual, como celebración de este paso, forma ya parte de este tiempo, aunque algunos liturgistas discrepen al respecto. La elección de la fecha de Pascua tiene como origen la consecución de las estaciones y de las frases de la luna, se celebra en el rito romano el domingo posterior a la primera luna llena de primavera. Siempre se celebra en Domingo, según tradición apostólica. Así, puede entre el 22 de marzo y del 25 de abril. El triduo pascual se celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo es el corazón del año litúrgico. 

• Tiempo Ordinario.

El tiempo ordinario integra aquellos días en los que no se celebran acontecimientos centrales de la vida de Cristo. Ocupa la mayor parte del año, si bien en dos períodos separados entre sí. El primero inicia tras el tiempo de Navidad y termina antes del Miércoles de Ceniza, el segundo comienza después del tiempo de Pascua y llega hasta el sábado antes del primer domingo de Adviento, abarca 33 o 34 semanas, según el año. Durante este tiempo se usan vestiduras de color verde, menos en las celebraciones que exigen otros colores.