miércoles, 21 de julio de 2021

El Matrimonio en el plan de Dios

 

El matrimonio en el plan de Dios:


La importancia del matrimonio es el verdadero amor que tienen las personas una a otra, más que una emoción pasajera, este supone la entrega de lo más íntimo del corazón. De hecho, el amor entre un hombre y una mujer es el reflejo del amor infinito que Dios nos tiene. Este tiene su origen en la misma naturaleza humana donde las instituciones de gobierno o las leyes cambian con el tiempo: esto es posible porque son fruto de la iniciativa del ser humano. Sim embargo, la unión del hombre y la mujer fue proyectada por Dios (Gén 2,18).




  • El matrimonio es la base sobre la cual se construye una familia. De la entrega recíproca y de la complementariedad sexual de los esposos surge, de forma natural, el don de la fecundación. Dios ha establecido que los hijos nazcan del amor de los esposos y que todos los seres humanos vengan al mundo arropados por este amor. La unidad, la indisolubilidad y la apertura a la fecundidad son esenciales al matrimonio.
   

  • La familia es el fundamento y la base sobre la que se construye toda la sociedad de un país. Así, el bien de una sociedad depende de la estabilidad de las familias que la componen. La autoridad civil debe considerar como deber grave el reconocimiento de la auténtica naturaleza del matrimonio y de la familia, su protección y fomento.


El matrimonio se caracteriza por tres propiedades esenciales que hacen que esté en conformidad con el plan de Dios: la unidad, la indisolubilidad y la apertura de la vida.



  • La unidad: El varón u la mujer se unen para formar una comunidad de vida y amor, de manera que ya no son dos, sino un solo (Mt19.6). La aceptación de la poligamia supone un atentado contra esta propiedad y una afrenta a la dignidad de la mujer.
  • Indisolubilidad: Cuando los esposos se unen libremente, Dios sella el vínculo entre ellos y ni la iglesia tiene poder para pronunciarse contra esta disposición de la sabiduría divina. El bien de los esposos que han entregado el uno al otro y el de los hijos así lo exige. El divorcio es contrario a esta propiedad.
  • Apertura a la vida: El amor conyugal tiende, por sí mismo, a la generación de los hijos. Dios, inmediatamente después de crear a Adán y Eva, les dijo: "Crezcan y multiplíquense; llenen la tierra" (Gén 1,28). La iglesia nos enseña que el acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisión de la vida, el aborto y la anticoncepción no respetan esta propiedad esencial del matrimonio.
La aceptación generosa de los hijos como un un don de Dios es la culminación natural de matrimonio. Aquellos esposos que no pueden tener hijos también están llamados a vivir sanamente su matrimonio confiando en la providencia amorosa de Dios.



3 comentarios:

  1. Un muy buen tema importante de conocer a futuro

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  2. Excelente tema ya que es muy importante saber más acerca sobre este sacramento.

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  3. muy buen tema nos recuerda que es uno de los sacramentos importantes muy bien redactado

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