martes, 27 de julio de 2021

La oración

 

la oración:


Mediante la oración entablamos un diálogo personal con Dios. Él nos habla en el silencio del corazón, a través de las Sagradas Escrituras y, especialmente mediante la vida y las palabras de Jesús. Es la acción del Espíritu Santo la que inspira al cristiano que ora, llena de afectos su corazón, lo ayuda a concretar propósito de mejorar. Si el centro de cristianismo es Jesús de Nazaret, es lógica que, para nosotros, la clave de su vida se halle en la búsqueda y en el encuentro de Jesucristo. El medio para alcanzar esta meta es la oración.

Los evangelios narran que, a menudo, Jesús se retiraba a orar (Mc 1,35; Lc 6,12; Mt26,36), Eran momentos de intimidad y comunión que reservaba para estar con su Padre. En el evangelio de Lucas se cuenta que los discípulos se quedaron impresionados al observar la oración de Jesús y que le pidieron que les enseñara a orar. Él, entonces, les enseñó la oración del Padrenuestro (Lc 11,1-4).



El padrenuestro es la oración cristiana por excelencia, porque contiene todo lo que podemos y debemos pedir a Dios. Con ella, Jesús quiso que tomáramos especial conciencia de ser hijos amados del Señor y que, por tanto, pudiéramos dirigirnos a Él con confianza. Cuando su vida en la Tierra llegaba a su término, poco antes de su Pasión y Resurrección, Jesús pidió a sus discípulos que se dirigieran al Padre en su nombre: Les aseguro que el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi nombre (Jn 16,23).

Pero ¿de qué modos puede orar el cristiano? Cuando se habla de oración, se suele pensar, en primer lugar, en la oración mental. El creyente se pone en presencia de Dios, le habla y le abre su corazón para dejarse inundar por sus mociones y su compañía, como cuando estamos con un amigo.


La oración puede ser también vocal y habitualmente se realiza a través de fórmulas o invocaciones, aprendidas o espontáneas, expresando con palabras las alabanzas, acciones de gracia o peticiones que el creyente dirige a Dios. Es preciso destacar, además, la oración comunitaria. Los cristianos, hijos de Dios y hermanos, formamos una gran familia. De ahí la importancia de rezar unidos como asamblea y Pueblo  de Dios, especialmente en las celebraciones litúrgicas.

La oración, rezo o plegaria, es el concepto religioso por el cual una persona cree que por medio de un rito se invoca a una divinidad, un santo, o cualquiera que pertenezca a su religión, incluso aquello que consideran sagrado. Los pasos, las características y a quien va dirigida la oración están basados en la fe del individuo que realiza dicha actividad. El diccionario de la lengua española lo define como dirigirse mentalmente o de palabra a una divinidad o a una persona sagrada, frecuentemente para hacerles una súplica.



Todos los hombres están llamados a la comunicación con Dios. Por la creación, Dios llama a todo ser desde la nada a la existencia. Incluso después de haber perdido, por su pecado, su semejanza con Dios, el hombre sigue siendo imagen de su Creador. Conserva el deseo de Aquel que le ha creado y le busca. Dios llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso de la oración. Dios es el que toma la iniciativa en la oración, poniendo en nosotros el deseo de buscarle.





3 comentarios:

  1. Un excelente tema y bastante interesante de saber más acerca sobre ello.

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  2. Gracias compañero Quezada, ya que debemos conocer como hacer la oración.

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  3. excelente tema, gracias por recordar que por medio de la oración es como nos podemos comunicar con nuestros señor. buen tema

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